Si odias ir a trabajar para un jefe puede que seas un emprendedor nato
Las personas que odian su trabajo suelen recibir etiquetas negativas, como «improductivo», «perezoso», «no emprendedor» y muchas otras similares. Si has trabajado en un lugar de trabajo tradicional, conoces inmediatamente a este tipo de personas. Tal vez incluso hayas sido tú mismo uno de ellos.
Se puede ver en la expresión vidriosa con la que completan sus tareas, una mirada de mil metros que no se va por más tazas de café que se inhalen. Su expresión robótica y sin vida es sólo la punta del iceberg; en el fondo, trabajar de 9 a 5 es hacer una carrera de ratas: No puedes ver el final de lo que estás haciendo – quizás porque ya no te importa.
Es fácil juzgar a la gente así, o juzgarte a ti mismo si encuentras esas características relevantes para tu propia vida. Pero resulta que odiar tu trabajo puede no ser un signo de pereza; puede significar que es hora de trabajar por tu cuenta o de montar tu propio negocio.
¿Es usted realmente un empresario?
En una investigación llevada a cabo por Reed Commercial, se descubrió una interesante coincidencia entre los jóvenes empresarios. Independientemente de los sectores, los niveles de éxito económico y los factores culturales, a la mayoría de los empresarios (casi tres cuartas partes de ellos, de hecho) no les gusta trabajar para otras personas. Los encuestados se animaron bastante cuando se les pidió que describieran a sus anteriores jefes en pocas palabras.
«No escuchaba las ideas de los demás», «era un bravucón, lo más difícil nunca era lo suficientemente bueno», «muy metido en la microgestión», «a mi último jefe le gustaba el sonido de su propia voz y le costaba escuchar a los demás». Así son muchas de estas respuestas. Y estos calificativos son probablemente familiares para cualquiera que haya tenido el placer de trabajar para un jefe de cualquier tipo.
La diferencia para estos empresarios, entre ellos y el trabajador de a pie, es que este desprecio por trabajar dentro de esa dinámica empleador/empleado es sencillamente intolerable para ellos, pero simplemente desagradable para los que no pasan a buscar oportunidades de autoempleo. Tal vez sea este único factor el que impulsa una economía entera. Seguramente está en el corazón de la llamada Economía Uber, en todas sus formas.
Aumenta el trabajo por cuenta propia
Hoy en día hay más personas que trabajan por cuenta propia que en cualquier otro momento de la historia de Estados Unidos. Los analistas llevan mucho tiempo sugiriendo que esto se debe a la innovación tecnológica, y seguramente no es un factor insignificante. Pero consideremos la naturaleza de estos avances tecnológicos.
En primer lugar, es obvio que no se han diseñado solas. La existencia tanto de la aceptación como de la creación de aplicaciones como Lyft y AirBNB así lo indica:
- Las personas que diseñan estas aplicaciones entienden que MUCHAS personas no quieren trabajar en entornos laborales tradicionales.
- A MUCHA gente le parece que lo del autoempleo es una gran idea, lo suficiente como para que estas apps tengan millones de usuarios.
En segundo lugar, hay muchas personas en la economía estadounidense que están creando sus propios negocios, no bajo el paraguas de un macroempresario como Uber. Quieren libertad, aunque eso signifique ganar menos dinero o trabajar más que nunca. Para un autónomo, la libertad es el rey.
En cualquier caso, ambos confirman el síntoma del mismo fenómeno: Sólo quieren hacer lo suyo.
Para llevar
Así, muchas de las características de los trabajadores que se manifiestan como desinterés o pereza en los entornos laborales tradicionales, pueden manifestarse como espíritu emprendedor e innovador cuando a esa misma persona se le da la oportunidad o decide trabajar por sí misma.
Ambas características son dos caras de la misma moneda. Así que si odias tu trabajo (o, más concretamente, a tu jefe) puede que sea el momento de empezar a trabajar para ti mismo o de montar un negocio para ver el verdadero cambio que buscas.
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