Cómo gestionar y minimizar sus riesgos legales como empresario
Los empresarios deben poseer muchas habilidades, entre las que destacan la tenacidad, el cálculo, el ojo para los beneficios, la ambición y el talento. Esta afirmación es poco discutible y la mayoría de los empresarios estarían de acuerdo con ella.
Sin embargo, se necesita mucho más que estos rasgos básicos de personalidad para crear una empresa de éxito. La ubicación, el marketing, el personal y la marca desempeñan su papel, pero también lo hace el conocimiento y la adhesión a los principios que rigen el derecho mercantil.
El servicio de atención al cliente es esencial para crear una empresa sostenible, pero sin seguir estas estipulaciones esenciales, no es posible destacar en este sentido. No sólo determinan la calidad del servicio o de los productos que ofrece, sino también la forma en que debe reaccionar en caso de que se produzcan disputas entre usted y sus clientes. Si no las respeta, su negocio podría arruinarse.
Para evitar este resultado, he aquí algunos consejos importantes para gestionar y minimizar sus riesgos legales.
Entienda las leyes que le gobiernan
Hay muchas leyes que rigen la conducta de las empresas, cada una de ellas con distintos grados de importancia y aplicación. Las más importantes son las normas tradicionales de protección del consumidor y las normas en línea, y hay una serie de ellas con las que debe familiarizarse para asegurarse de que las cumple.
Tanto usted como los miembros más veteranos del personal deberían estudiar la Ley de Derechos del Consumidor, la Ley de Crédito al Consumidor y el Reglamento de Cláusulas Desleales en los Contratos con los Consumidores, y es posible que también quiera familiarizarse con el Reglamento de Comercio Electrónico, el Reglamento de Ventas a Distancia y el Reglamento de Firmas Electrónicas si va a realizar algunas de sus transacciones en línea.
Contratar a un contable
No sólo las relaciones con los clientes están reguladas por la ley. Las leyes y normas que rigen las obligaciones financieras de una empresa pueden ser confusas, y no respetarlas puede resultar un error muy costoso. Por eso merece la pena contratar a un contable aunque no disponga de fondos para formar un departamento financiero completo.
Un profesional estará perfectamente capacitado para revisar sus cuentas, asegurándose de que paga lo que necesita, sin gastar más de lo necesario.
Recurrir a los profesionales
Cuando surgen conflictos que no crees poder resolver por ti mismo, es importante designar a un profesional para que se encargue de los asuntos en tu nombre. Para evitar que las cosas se salgan de control, es una buena idea elegir un equipo legal de antemano, para poder contactarlo inmediatamente en caso de que se presenten reclamaciones contra usted.
Prepárese hoy para su futuro sentando unos sólidos cimientos legales en los que pueda confiar en caso de que el día de mañana traiga una tormenta.