Formas sencillas de reducir los costes del teletrabajo
Tanto si teletrabaja como si contrata a teletrabajadores, tenga en cuenta estos consejos
El teletrabajo pretende ser un gran ahorro de dinero tanto para los teletrabajadores como para quienes los contratan; los empleados ahorran gasolina y tiempo, mientras que los empresarios ahorran en espacio de oficina, servicios públicos y suministros. Sin embargo, es posible teletrabajar de forma ineficiente y perder algunos de los ahorros de los que se podría disfrutar. He aquí algunos consejos para ayudar a los teletrabajadores a ahorrar tiempo y dinero.
Reduzca sus gastos de energía
Este es uno de los mayores gastos de los teletrabajadores; el funcionamiento de ordenadores, impresoras y otros equipos de oficina durante todo el día puede suponer un sorprendente gasto de energía, sobre todo si los dejas funcionando durante la noche. Para reducir el consumo de energía de tu oficina en casa:
- Reduzca la «carga vampírica». Conecta todos los dispositivos de tu oficina a un único protector contra sobretensiones y desenchúfalo cuando termines de trabajar. Los monitores, en particular, consumen casi la misma cantidad de energía tanto si están encendidos como apagados, por lo que tener todo desenchufado al final del día puede ahorrarte horas y horas de consumo cada semana.
- Sé conservador con la climatización. Aunque la imagen popular del teletrabajador sentado en casa sin pantalones tiene cierto atractivo, la calefacción y la refrigeración de su casa pueden ser más costosas de esa manera. Los calefactores y ventiladores pueden reducir sustancialmente el coste de mantenerse cómodo mientras se trabaja.
- Invierte en aparatos de bajo consumo. Antes de comprar una nueva impresora, un ordenador o un teléfono móvil, consulta las páginas web de eficiencia energética para verificar las afirmaciones «verdes» de los fabricantes. Uno de los mayores ahorros de energía que puedes hacer es cambiar de un ordenador de sobremesa a un portátil»: los ordenadores de sobremesa consumen una media de ocho veces más energía que los portátiles comparables, y consumen más energía cuando están en modo «de espera» que los portátiles a plena potencia.
Compare los servicios de telecomunicaciones
Las facturas de las telecomunicaciones también son más importantes para los teletrabajadores que para los demás. Si trabajas desde casa, considera si realmente necesitas tanto un teléfono fijo como un móvil, y busca cuidadosamente un plan que te permita hacer tantas llamadas como necesites para mantenerte en contacto con la oficina en casa. Cambiar a proveedores de VoIP asequibles puede reducir considerablemente los costes de las telecomunicaciones.
Anima a tus compañeros de trabajo y a tus socios a que realicen el mayor número posible de comunicaciones internas a través de un servicio de VoIP como Skype, en lugar de llamar a tu casa o a tu teléfono móvil. Desconfía también de los proveedores de servicios de Internet que «estrangulan» tu conexión cuando alcanzas un determinado límite de ancho de banda, sobre todo si tu empresa se dedica a la edición de vídeo o gráficos, o a cualquier otro trabajo que implique el envío y la transmisión de archivos de gran tamaño desde y hacia tu oficina en casa.
En lugar de comprar algo nuevo, compre de segunda mano y actualice
Los equipos de oficina, como es lógico, se parecen mucho a un coche: pierden gran parte de su valor en cuanto salen de la tienda. Debido al rápido ritmo de la innovación, los ordenadores y los teléfonos móviles se quedan oficialmente «obsoletos» a los pocos meses de salir al mercado, pero para la mayoría de las funciones de oficina, como la navegación por Internet, el procesamiento de textos, las hojas de cálculo y las bases de datos, se pueden encontrar ordenadores más que capaces por menos de 300 dólares.
Cuando tu ordenador empiece a sufrir la carga de trabajo que le impones, en lugar de sustituirlo por una máquina nueva, considera la posibilidad de comprar uno o dos GB más de RAM, o un disco duro externo. 50 dólares de RAM, o un diagnóstico profesional de 100 dólares, pueden ser tan efectivos como un portátil nuevo de 1.000 dólares.